domingo, 29 de enero de 2012

Rumanía: ese pequeño gran país del Este

Abrir el portal de elpaís.com y encontrarte con esta perla puede sorprenderte: “Si Nicolae Ceausescu hubiese seguido con vida y hubiera sido candidato a las presidenciales de Rumanía, habría tenido muchas posibilidades de ganarlas”. Estas palabras son de Mihai Burcea, investigador del Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo, el cual mediante un sondeo ha averiguado que un 60% de la población rumana asegura que se vivía mejor económicamente bajo el régimen del ex-dictador stalinista Nicolae Ceaucescu. ¿Qué está sucediendo para que los habitantes del país ex-comunista consideren eso?
Partamos desde el fallecimiento/asesinato del dictador Ceaucescu el día de Navidad de 1989 por el pueblo rumano cuando intentaba huir del país, junto a su mujer, tras la caída del comunismo en los países vecinos. Tras pasar por varias elecciones libres durante la década de los '90, en el 2000 Ion Iliescu (presidente entre el 90-92) regresó al frente del gobierno, a pesar de ser un ex-componente del Partido Comunista; haciendo un aparte, el ascenso de ex-comunistas al poder ha sido común en varios países del Este. Iliescu retomó las riendas de un país que sufrió, durante esa década, varios desastres naturales y una problemática emigración masiva de mano de obra hacia España e Italia, debido a la cultura común que une a estas regiones. En 2004 tomó el poder Traian Basescu, un demócrata que consiguió la adhesión del país rumano a la Unión Europea, junto a la vecina Bulgaria, en 2007.
Cartel en protesta contra las medidas impopulares
del presidente rumano, Traian Basescu
Mi pregunta es, ¿estaba el país preparado para entrar en la comunidad europea? Si bien es cierto que inició una gran recuperación del nivel de vida sobre los restos del gobierno soviético, todavía el país poseía, en 2006, a un cuarto de la población bajo el umbral de la pobreza. En ese mismo año residían "legalmente" en España casi 200.000 rumanos. Para entrar a formar parte de la UE, Bucarest prometió que no se producirían más emigraciones masivas del país. Además, debía lidiar con la corrupción interna o reformar el sistema judicial. Sin embargo, en lugar de frenar la inmigración, para la cual hasta entonces era necesario un visado acreditativo de emigración, continuó siendo un flujo importante, puesto que entre los países componentes de la Unión se permite la libre emigración. 
Olvidándonos del (grave) asunto de la emigración rumana, debemos pensar que si esto ocurre, es por que la situación del país sigue sin ser lo suficiente estable como para competir contra los países occidentales. Basescu sigue sin lograr grandes avances en el nivel de vida del país, viéndose este agravado con la crisis actual. Es a partir de ahí cuando su popularidad comienza a caer, y en especial debe hacer frente a las críticas de los medios de comunicación, debido a los continuos rumores de corrupción en los distintos ministerios. Además, para mantener las cuantiosas ayudas económicas del Fondo Monetario Internacional, el gobierno rumano se ha dedicado, en estos últimos años, a aplicar recortes sociales tanto en sanidad como en educación, hasta el punto de proponer, hace poco, la privatización de la primera; y a aumentar los impuestos. 
El pueblo rumano se ha ido levantando en diversas manifestaciones a lo largo de las últimas semanas en contra del actual presidente, a quien acusan de "autoritario" y de ser "como Ceaucescu". Aunque Basescu ha prometido que no va a cumplir con la reforma sanitaria, la población sigue furiosa y manifestándose, intentando frenar las reducciones salariales y del nivel de vida. Así, cómo se ha dicho al principio del artículo, el 60% de los rumanos encuestados residentes en su país, opinan que vivían económicamente mejor bajo el yugo comunista que bajo el actual gobierno de Basescu, democrático e integrado en una Unión Europea occidental.

viernes, 27 de enero de 2012

¿Se repite el siglo?

Sí, esa es la pregunta. ¿Se repite el siglo? No he perdido un tornillo, no. Lo que intento decir es, ¿están volviendo a suceder los acontecimientos del siglo anterior? Estamos viviendo una gran crisis de la cual no se da salido, y mientras, crece el antisemitismo y el autoritarismo en Europa. ¿Logrará "la Merkel" evitar la consecuencia que esto acarreó hace casi cien años? Voy a intentar desarrollar el tema:
  • Hace noventa y tres años, se terminó la Gran Guerra. Los grandes Imperios austro-húngaro, alemán, otomano y ruso quedaban destruidos. Los victoriosos de la lucha, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, principalmente, impusieron a estos, en especial a Alemania y Austria-Hungría, un elevado pago como compensaciones de guerra. A partir de ahí, mientras los estados europeos que se vieron envueltos  en la guerra (la mayoría) se reconstruían con los fondos norteamericanos, Estados Unidos vivió su apogeo. Este periodo fue denominado "los felices años 20", en los que la población de este país pudo acceder a recursos que hasta entonces estaban destinados a unos pocos afortunados. Sin embargo, esta situación cambiaría al poco debido a la gran especulación bursátil en EUA, lo cual derivaría, en 1929, en un crack y su consiguiente depresión, que se extendería a lo largo de la década de los '30. Durante este tiempo, el pueblo germano, incapaz de pagar la deuda y culpando a los estados aliados de su situación, comenzó a apoyar a un régimen autoritario y socialista dirigido por Hitler, el cual pretendía eliminar del Estado a aquella población extranjera o que profesase cualquier religión no cristiana (en especial la judía). El ansía expansionista del régimen nazi les llevó, ante la pasividad del resto de estados occidentales, a adherirse territorios como Bohemia, Austria o Polonia. Esta última "conquista" llevó a Francia y Gran Bretaña a declarar batalla a los fascismos europeos (también el italiano), dando comienzo a la II Guerra Mundial.
    Imagen satírica y comparativa entre Orbán y Hitler
  • En la actualidad, tras una etapa de auge capitalista con la caída del comunismo soviético y, más tarde, del yugoslavo, estamos sufriendo otra crisis cíclica provocada por las hipoteca basura y las burbujas inmobiliarias, de la cual los gobiernos europeos, en general, no dan salido. Cabe destacar, quizá, la mala gestión llevada a cabo por los estados del sur de Europa (Portugal, España, Italia y Grecia), pero no por eso son los únicos países que sufren las consecuencias de la "crisis". Mientras la actual recesión sigue aumentando los despidos y la pobreza en Occidente, algunos países comienzan a tender, de nuevo, hacia el autoritarismo y el antisemitismo, como está ocurriendo en Hungría. El actual primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de extrema derecha, ha aprobado una nueva Constitución, sin discutirla parlamentariamente. En ella apenas se menciona la palabra "república" (Hungría es, hasta ahora, una república), aunque sí se menciona repetidamente el término "Dios". Lo que más destaca en esta nueva Carta Magna son las constantes menciones sobre la historia y el destino grandioso de Hungría. Aparte de las diferentes nuevas leyes aprobadas, como la prohibición del aborto, la anulación del derecho a huelga o la criminalización de la indigencia, destaca la obligatoriedad de trabajo para los parados de larga duración, entre los cuales se hayan grupos de etnia gitana en "campos de trabajo" cerrados y vigilados. Por si fuera poco, el gobierno húngaro ha declarado "la guerra" a las fuerzas financieras, entre las que nombraron a "los judíos" como corresponsables del desastre económico global. Mientras, en Alemania, uno de cada cinco habitantes declara sentir rechazo hacia el colectivo judío. De momento, la Unión Europea encabezada por la canciller alemana Angela Merkel sólo ha cuestionado en Hungría lo referente a la competencia del Banco Central, mas todavía no se ha pronunciado acerca de los tintes antidemocráticos que están adquiriendo las leyes húngaras. 
A partir de aquí, formulo diferentes preguntas que aún no tienen respuesta: ¿Europa bloqueará a Hungría, de continuar en este camino, como ya ha hecho con Bielorrusia? ¿De ser así, qué sucederá con la pertenencia del país húngaro a la Unión Europea y a la OTAN? Siendo catastrofistas, y viendo lo acontecido en el siglo XX, ¿estamos ante una inminente III Guerra Mundial? ¿O simplemente es un capítulo más, tras el cual recuperaremos los niveles de bienestar, y Hungría recuperará un gobierno plenamente democrático? ¿Qué sucederá con el auge del antisemitismo? En resumen, ¿qué va a suceder en Europa?