jueves, 5 de julio de 2012

Los próximos cien años

Los próximos cien años, de Friedman
Pues eso. Lo que ahora voy a exponer es mi opinión personal sobre el libro Los próximos cien años, de Friedman (George Friedman, no Milton Friedman). Más adelante tocaré más a fondo los temas que se tratan en LPCA, pero haré un breve resumen del contenido para abriros el apetito... o cerrároslo para siempre. Sólo dos cosas: si tenéis intención de leer el libro (que no lo creo) no leáis esto a fondo, y seguramente termine convirtiendo esto en un testamento. Queda dicho.

Durante toda la narración, argumentando constantemente que pueden variar los datos, fechas o países involucrados (un poco más y podría haberse equivocado de planeta), nos explica desde su punto de vista cuál es el futuro del mundo durante el siglo XXI. ¿Que qué cosas imagina, intuye, nuestro bienquerido director de Stratfor (sí, sí, Stratfor)? Desde sucesos no muy discutibles como la futura unión de Rusia con algún viejo estado de la U.R.S.S. como Moldavia o Bielorrusia, o la pérdida de importancia global de Europa Occidental (más aún), a hechos para los cuales el autor se debió de meter farlopa de la buena, como  al comentar que México recuperará Texas y la Cesión, o que la presunta guerra de mediados de siglo (que enfrentará a países de los que ahora nos descojonamos) se realizará en el espacio, con "Battlestars" y naves lunares. Ahí es nada.

Pero bueno. Vayamos por partes. El libro comienza intentando convencernos de que la historia se mueve en ciclos de veinte años. Osease, viene a decir que en 1920 nadie podía imaginar que veinte años después estaríamos en plena II Guerra Mundial; que en 1940 nadie se imaginaría que un país pobre como Rusia podría desafiar el poderío de Estados Unidos y Europa Occidental; y así. Con esto Friedman defiende que no podemos negar lo que él narrará durante las casi cuatrocientas páginas que se avecinan, ya que en la década de 2010 no podemos siquiera imaginar lo que ocurrirá en 2030. Pero no os preocupéis, que aquí está el húngaro para sacarnos de dudas y demostrar lo idiotas que somos.

El primer tema que toca (y que gravitará por la obra durante bastante tiempo) es el caos producido en las fronteras rusas tras el desmembramiento de la Unión Soviética, en sus diversos focos. Veamos.
  • Por un lado tenemos la aparición en Europa de los países bálticos, Bielorrusia (sí, existe), Ucrania y Moldavia. No es que sea una zona precisamente conflictiva, pero ha conllevado el alejamiento de la frontera rusa hacia las proximidades de Moscú, aislando San Petersburgo al otro lado de los nuevos estados. Esto, siempre según Friedman, provoca una mayor vulnerabilidad de Rusia si una "presunta" coalición de estados europeos se le echase encima.
  • Por otra parte nos encontramos con el Cáucaso. Sí, sí, esa zona alejada de la mano de Dios entre Rusia, Turquía e Irán. Hablamos de Georgia (el país, no el estado estadounidense), Armenia y Azerbaiyán. El autor resta de importancia a este último, mientras que considera a Georgia, aliado norteamericano, y a Armenia, aliado ruso, piezas clave en la Segunda Guerra Fría que ocurrirá en entre 2020 y 2040. Divertido, ¿no?
  • Por supuesto no podemos olvidar la franja islámica que rodea el sur de Rusia. Esta ya despertó el 11-S, de las manos de la organización terrorista Al-Qaeda, cuya intencion, entre otras, era formar una coalición de estados musulmanes contra el mundo occidental. Pero es ahí cuando EE.UU. juega sus cartas. Friedman se empecina en argumentar que el objetivo de la primera potencia mundial no es invadir a sus rivales, si no enfrentarlos entre si y provocar revueltas internas. (Esto no carece de sentido; basta con mirar cómo se encuentra de dividido en la actualidad el mundo islámico.)
La U.R.S.S y los Estados que se desmembraron a partir de 1991
Bien, a partir de ahí defiende que el enfrentamiento entre Occidente y Oriente Medio carece de mayor importancia y que finalizará durante esta década. Sin embargo, mientras todos atendemos a ese foco, nos despreocupamos de los otros, en los cuales Rusia conseguirá reagruparse con Bielorrusia (país que más de una vez ha expresado su deseo de regresar a una Unión Soviética con su estado vecino), Moldavia y, probablemente, Ucrania; mientras se esforzará por reabsorber Georgia (Armenia se aliará con los rusos sin dudarlo y Azerbaiyán... pues eso, que si queda de paso... pues vale...) y neutralizar a Estonia, Letonia y Lituania. Hasta ese punto las potencias mundiales ignorarán la ampliación del estado ruso o mirarán hacia otro lado (personalmente, dudo que cause indiferencia el crecimiento de Rusia en Occidente). En ese momento, los países que se hallaran en la frontera europea (Polonia, Eslovaquía, Hungría y Rumanía) se prepararán para un enfrentamiento contra Rusia mientras que Alemania y Francia evitarán posicionarse (Rusia es uno de los grandes exportadores de materias primas y gas a Europa). Y así comenzaría una nueva guerra fría (no entro en detalles) que finalizaría, y atención, con la destrucción total de Rusia como país. Si hasta ahora ha sobrevivido, este nuevo "enfrentamiento" provocará que se rompa en cachitos. 

Pero no es el único país que saldrá destruido de esta Guerra Fría. El otro país será otro amigo de Estados Unidos, China. Qué gracioso, ¿verdad? Se van a romper Rusia y China. Eso es un orgasmo estadounidense, y el resto son tonterías. A lo que iba. China sufrirá un colapso debido a las diferencias tanto demográficas como económicas entre el este y el oeste del país (el país comunista ha permanecido así durante mucho tiempo y no parece que se vaya a romper de la noche a la mañana... bueno, me olvidaba que no me puedo comparar con la gran inteligencia de Friedman), también propiciado por la inversión de su enemigo histórico, Japón, en la zona costera china. Vamos, que China terminará autodestruyéndose, cual Voltorb. Sigamos.

A partir de aquí desvaría más, si cabe. Porque de repente, la tecnología espacial crecerá increíblemente y las principales potencias serán capaces de introducir bases militares en la Luna, y EE.UU. establecerá armas en órbita, llamadas "Battlestars", sobre Uganda, Perú y Papúa-Nueva Guinea, aparentemente, para conseguir energia del espacio (piedras lunares y energia solar). Mientras continúa esta nueva carrera espacial, aparecerán nuevas potencias que desafiarán a Estados Unidos.

  • Japón vivirá una crisis demográfica debido a la crítica situación geográfica del país (vamos, una gran población en un territorio enano), sumado a la gran dependencia del archipiélago de las importaciones de materias primas del exterior, provocarán, siempre según Jorgito, que expanda su influencia a la zona costera de las desintegradas Rusia y China, y hacia el sudeste asiático. Esto no será bien visto por EE.UU., país que controla el Océano Pacífico, sin embargo otras preocupaciones desviarán la atención del auge nipón, como...
  • ... el despertar de la potencia musulmana por excelencia, Turquía. La antigua sede del Imperio otomano ensanchará sus fronteras por el Caúcaso, hasta llegar a conquistar las fronteras rusas de Ucrania (que ya veremos después como ha terminado) y Kazakstán; hacia el sur, aislando a Irán e Israel, se expandirá por Irak, la península arábiga (que perderá todo el poder petrolífero tras la explosión energética espacial) y Egipto; y hacia los Balcanes, consiguiendo el favor de los países musulmanes (Albania, Kosovo, Bosnia), mientras choca con la nueva potencia, de la que hablaré ahora, en Croacia. Mientras, el resto de Estados balcánicos se encontrarán o bien con el apoyo estadounidense (Grecia, Serbia) o aislados internacionalmente (Rumanía).
  • La otra superpotencia será ese país al que dediqué mi entrada anterior, Polonia. Bueno, en concreto el bloque polaco (como lo llama Friedman), ya que tras la desintegración de Rusia, este país más Finlandia, Rumanía y en menor medida Hungría alargarán sus fronteras por la Rusia occidental. En el caso de Polonia, gracias al armamento tecnológico cedido por Estados Unidos anexionará los países bálticos (yo sigo sin creer que estos tres puedan caer tan fácilmente sin que nadie se inmute, pero bueno...), Eslovaquia, Eslovenia, Bielorrusia y parte de Ucrania. Sin embargo, ante el avance turco por Europa del sur, Estados Unidos pedirá al bloque polaco que contenga a los musulmanes en la frontera croata. Yo, personalmente, y esto incluyendo la Segunda Guerra Fría, me arriesgaría a apostar más por Hungría que por Polonia como cabeza aliada de Estados Unidos en Europa del este, pero bueno, que si George Friedman dice que soy retrasado, no puedo decir nada...
Balcanes
Este inminente enfrentamiento en los Balcanes entre Turquía y Polonia-EE.UU. ocultará que, en realidad, los turcos son aliados de Japón, país que mientras toda la atención se situaba en la antigua Yugoslavia, se dedicó a crear misiles de rocas lunares (jejeje) en la Luna (obviamente), en una misión secreta. Así, y es aquí cuando comienza a datar fechas y horas el gran Friedman, el día de Acción de Gracias a las 15 h., un par de meses después de que se calmaran un poco los ánimos entre Polonia y Turquía, Japón lanzaría estos misiles lunares contra las "Battlestars" estadounidenses, ya que EE.UU. es el único país que se puede permitir construirlas y ponerlas en órbita. Cabe añadir que las Battlestars controlan el mundo y los océanos desde el espacio, y que EE.UU. se aliará con Corea (unificada en el futuro) y China (lo que quede de ella). Ante esta situación, y con las Battlestar golpeadas por la espalda, el país norteamericano no será capaz de reaccionar a tiempo (los principales jefes militares y políticos estarán con sus familias) y Japón aprovecharía el caos para atacar las bases estadounidenses en el sudeste asiático. Y ahora, para resumir un poco y no aburrir, pues decir que Turquía volverá a la carga, esta vez aliado con la inerte Alemania (el resto de Europa Occidental está como muerta, salvo un país - el de siempre - que aparecerá al final), reduciendo a Polonia hacia su interior, llegando a Cracovia. Turquía y Polonia dispondrán de robots soldado (bueno, más exactamente, soldados con exoesqueleto eléctrico, pero bueno, abreviando, lo dicho), por lo cual apenas habrá víctimas civiles. Los polacos destruirán sus propias centrales eléctricas, quedándose sin energía, para que Estados Unidos acudiera a su rescate. Así fue. Los superiores Estados Unidos aparecieron en Europa, aliados con Gran Bretaña (España y Portugal también estarán del lado de EE.UU., pero como no hacen nada, pues como si no existiésemos), e hicieron retroceder a Turquía, debilitado sin electricidad en Polonia, hacia la frontera anterior con Croacia, y le obligaron a abandonar el Cáucaso. EE.UU. destruyó, mientras, las bases japonesas en el espacio, y obligo a Japón a rendirse y abandonar Asia continental, dejándolo con los problemas demográficos que tenía al principio de la guerra.

Tras la guerra, EE.UU. vivirá una década de esplendor, hasta que en 2080 (sí, ya estamos en 2080), toda la inmigración mexicana que había pedido incesantemente décadas atrás para ayudar con la alta tasa de población envejecida se convirtió en excedente, y comenzó a devolverlos a México. Sin embargo, Nuevo México y Arizona poseerán más del 80% de población mexicana (aunque muchos eran de tercera generación). ¿Cómo devolver a unas personas nacidas y criadas en esos territorios a su país de origen étnico? Ahí comenzará una fuerte bulla, en la que estos dos estados se negaran a deportar a los mexicanos (la Guardia de NM y Arizona será mayormente mexicana, claro). Ambos países desplegarán sus ejércitos en la frontera méxico-estadounidense y en NM, Arizona, California, Texas y la Cesión Mexicana, que serán los territorios que clamarán por la secesión y reincorporación a México. Y ahí lo deja el libro.

Ahora no voy a seguir criticando ni al autor húngaro ni al libro. Cada uno que saque sus propias conclusiones sobre lo que he expresado. Si tenéis ganas de echarle un vistazo... ya sabéis. Los próximos cien años, de George Friedman. 

sábado, 31 de marzo de 2012

Tierra de nadie

Ayer estuve conversando con una amiga. Una cosa llevó a la otra, y me dio una idea para hacer una entrada sobre un país. Un país que, tras la Edad Media, se mancomunó con el Gran Ducado de Lituania, pasando a ser conocido como República de las Dos Naciones o la República Senerísima; con su colapso, este territorio sería repartido entre rusos, prusianos y austriacos. Tras lograr su independencia con el fin de la Gran Guerra, sería ocupada por la Alemania nazi y la Unión Soviética, para, al acabar la 2º Guerra Mundial, convertirse en un mero títere del país ruso. Por tanto, estamos ante una región que se ha visto casi siempre privada, durante la historia moderna, de libertad. Una región aprisionada. Una tierra de nadie, pero muy definida. Polonia.

Escudo de la República Senerísima
Hagamos una vista por su historia desde el siglo XIX. En 1795, Polonia desaparece del mapa europeo, después de la anarquía que reinó en la República de las Dos Naciones durante el siglo XVIII, su consecuente debilidad y el reparto que sus vecinos se hicieron de sus restos. Estando repartido entre Prusia, Rusia y Austria-Hungría tras décadas, se convierte en una región importante y significativa por las tensiones existentes entre los grandes Imperios europeos. Así, mientras el reino prusiano se desintegraba y el ruso estaba debilitado y al borde de la Revolución, los alemanes y austro-húngaros acuerdan la creación de un reino polaco en 1916; sin embargo, hasta 1918, estuvo gobernado por un coronel alemán. A partir de ese año, se instaura el primer estado independiente polaco desde hacía siglos, y, al año siguiente, los territorios de Ucrania occidental, entre los que se hallaba Galitzia, fueron absorbidos por el nuevo estado, a cambio de la ayuda polaca en la creación de un estado ucraniano con fronteras sólidas ante los bolcheviques.
Y ahí comenzaron los sucesivos enfrentamientos polaco-soviéticos. Polonia, exhausta, acordó una nueva fijación de fronteras de Ucrania, repartiéndosela con la URSS. Además, tuvo dos pequeñas guerras contra Checoslovaquia y la antigua hermana Lituania, hasta el punto de conquistar su capital, Vilnius.
Durante el período de entreguerras, el estado centroeuropeo, a pesar de contar con el apoyo y protección francesa, firmó pactos de no-agresión con la Unión Soviética, el cual, a pesar de las adhesiones de territorios checoslovacos por parte de Polonia, no se rompió; y con la Alemania de Hitler, quien, ante la negativa del país polaco a entregar la ciudad libre de Dánzig, anuló el pacto en 1939 y se lanzó sobre él. Ahí comenzó, como ya sabemos, la 2º Guerra Mundial, ya que Francia y Gran Bretaña saltaron sobre Alemania debido a la conquista de Polonia conjunta con la URSS, con quien había firmado un pacto de repartición. Es aquí donde comienza el calvario polaco durante todo el siglo XX. Los invasores nazis establecieron en Polonia campos de exterminio, a los cuales enviaban a la población judía del país así como de otros países ocupados por los nazis. Casi la totalidad de la población judía de Polonia fue exterminada por los nazis y sus simpatizantes. Alemania administró el núcleo de los territorios polacos bajo su control bajo la forma del Gobierno General, siendo anexados a Alemania las regiones más occidentales. Las fuerzas de la Alemania nazi fueron forzadas a retirarse por el Ejército Rojo y voluntarios polacos, creándose en la posguerra la República Popular de Polonia, Estado socialista satélite de la Unión Soviética.
Representación de Lech Walesa animando a los obreros
polacos en una huelga laboral
Polonia, sometida bajo el régimen comunista durante casi cincuenta años, se vio envuelta sin quererlo ni beberlo en una Guerra Fría en la que sirvió de escudo a Rusia contra Occidente y el capitalismo. Sin embargo, este país, al contrario que Bulgaria o Rumanía, se enfrentó en diversas ocasiones al yugo soviético, con fuertes represalias. Al llegar los '80, una de las características más definitorias de Polonia, su cristianismo, sería una de las que conduciría al país a la libertad, de la mano de Karol Wojtyla, más conocido como Juan Pablo II, junto al sindicato Solidarnosc (Solidaridad en español), uno de los mayores y más importantes sindicatos de la historia, creado por el obrero Lech Walesa en 1980. En 1981, el Presidente del gobierno polaco estableció la ley marcial y encarceló a la mayoría de dirigentes de dicho sindicato. Levantada en 1983, Solidarnosc sobrevivió clandestinamente hasta el final de la década, cuando, las huelgas a nivel nacional obligaron al gobierno a negociar con ellos. Solidarnosc dejó de presentarse como sindicato para hacer públicas sus pretensiones como partido político, especialmente de elecciones libres. En un exceso de confianza, estimulado por Gorbachov, que pretendía experimentar con las posibilidades, el gobierno cedió, perdiendo las elecciones, en parte debido a la propaganda estadounidense prometiendo la inversión de inmensas cantidades de fondos si se acababa con el comunismo.
Con la venida abajo del comunismo soviético, se comenzó a afianzar la restauración de las libertades democráticas, así como al capitalismo y el libre mercado como bases del sistema económico, dando lugar al moderno Estado polaco, que cambió su nombre oficial a República de Polonia. El país polaco consiguió entrar en la Unión Europea en 2004, debido a la buena gestión económica, política y social del Estado, en comparación con muchos de sus vecinos ex-soviéticos. 

Y esta es, en trazos generales, la historia de Polonia. Un país sufridor, pero que ha logrado convertirse en la actualidad en un Estado consolidado y fuerte. La tierra de nadie ha pasado a ser Polskiego kraju.

Dedicado a B.

PD: #SOSFragasDoEume. Porque no podemos perder un tesoro como las Fragas.

jueves, 29 de marzo de 2012

El último cerdito

Hoy vengo con una fábula para todos. Se titula "El último cerdito".

"Trata sobre cuatro cerditos, de los cuales dos eran hermanos, los cuales vivían en piaras contiguas, y los otros dos eran sus primos, que vivían algo lejos. Un día, la sequía que azotaba a toda la región hacía que cada vez hubiese menos alimento. Tanto es así, que uno de sus primos, Gregorio, tuvo que pedir ayuda alimentaria a las piaras vecinas ya que en la suya prácticamente no les quedaba. Entre todas, mandaron un paquete con una cantidad elevada de fruta para que Gregorio pudiera alimentarse y crear más comida con las semillas.
Al poco, desde la otra punta de la región, otra piara, en la que vivía la otra prima cochina, Iris, se quedó muy resentida, con difíciles vistas a sobrevivir en los siguientes meses. El resto de piaras, con excepción de la de Gregorio, que bastante tenía con superar su baja productividad, se las arreglaron para apoyarla, aunque no tenía el mismo riesgo de morir de hambre que el otro cerdito.
Medio año más tarde, apareció otra preocupación. De la piara contigua, en la que estaba uno de los hermanos, llamado Porky, llegó el aviso de que estaban sin apenas suministros de alimento. Las piaras que no habían sido ayudadas hicieron un nuevo esfuerzo para ayudarles. Ya cansados de ver como algunas piaras no eran capaces de mantenerse, mientras otras hacían lo posible para salvar la sequía, las principales piaras impusieron tanto a la piara de Gregorio como a la piara de Ignacio Tiago, más conocido como I. Tiago, dos de los cerditos más inteligentes de la región para conseguir salvar dichas piaras de la muerte. Aunque la de I. Tiago no había necesitado pedir ayuda, en muy poco tiempo había caído en picado tanto la cantidad de suministros como la producción de alimentos, hasta el punto de que el cerdito que dirigía esta piara, Bernancio, dejó su puesto.
Y aún así, las piaras de la región recibieron una de cal y una de arena: mientras la piara de Iris consiguió salir adelante, la de Gregorio tuvo que pedir de nuevo más ayuda. Tras muchos titubeos, finalmente accedieron a mandarle más fruta, aunque con mucha desconfianza.
Al poco, las miradas todas se echaron sobre la piara de la hermana de Porky, Esperanza, la cual comenzaba a dar síntomas de no dar más de sí. Esta piara ya era de las más resentidas desde el primer momento, aunque durante mucho tiempo había conseguido sobrevivir a la hecatombe. Sin embargo, ya estaban al máximo de sus posibilidades, y se extendió por toda la región la posibilidad de tener que enviar otro paquete de fruta a esta piara..."

Sí, este es el final. Es que aún no se ha acabado el cuento. Aún no se como va a acabar. Los cerditos tienen vida propia, y yo no puedo decidir por ellos. Sin embargo, puedo anticipar algo. Y es que, tal como veo la fábula, lo más probable es que Espa... digo, la piara de Esperanza, termine siendo rescatada por sus vecinos. ¿Cuánto tiempo aguantará? No creo que le falte mucho.

PD: Por supuesto, es la historia de los PIGS europeos (por si alguien fuese tan corto para no darse cuenta).



Sátiras de los PIGS

domingo, 19 de febrero de 2012

Breaking News

Mientras preparo otra entrada, voy a recoger algunos acontecimientos que van sucediendo y a los que no está de más prestar atención:

Alemania: El presidente de Alemania, Christian Wulff, presentó anteayer su dimisión. Las claves de este hecho están recogidas en el periódico El País, resumidas en: corrupción, intimidación a la prensa, su desenfrenado nivel de vida, en contraposición a la austeridad que recorre todo el viejo continente, y las malas relaciones con Ángela Merkel, todo esto con el trasfondo de las elecciones. 

Fotografía entre Benedicto XVI y Juan Pablo II (de izquierda
a derecha)
El Vaticano: El País recogió ayer, en relación con el actual "Vatileaks", un artículo, en mi opinión, bastante sensacionalista y mordaz, aunque no del todo exento de razón. La noticia trata la presunta "lucha de poder" que se vive en el mini-Estado debido a la débil salud del actual Papa Ratzinger, AKA Benedicto XVI, basada en complots para acabar con la vida del alemán. Con frases como "los lobos, aunque se vistan de púrpura, se excitan con la sangre" o la irónica "¿No es hora de ya de que el Espíritu Santo vuelva su mirada hacia un cardenal italiano en la próxima reunión de la Capilla Sixtina?", el medio ataca al seno de la Iglesia, en especial a los eclesiásticos italianos, y acusa a éste de buscar el fin, bien sea bajo el retiro o si hace falta, el asesinato, del actual mandato del Papa de Baviera, debido a su personalidad introvertida, a su complicada salud (recordemos que ya tiene 85 años) y a que "ha ido demasiado lejos al promover la transparencia en los dineros de la Iglesia y al cortar de un tajo la permisividad con los abusos a menores", en contraste con Juan Pablo II, su predecesor. Voy a terminar con la misma frase que concluye El País: "da la impresión de que Italia ha iniciado la reconquista de la silla de Pedro". 

Letonia: Este mismo medio recoge los resultados del último referéndum realizado en el país báltico, impulsado por la minoría rusa del país, buscando el reconocimiento de la lengua rusa como el segundo idioma oficial del Estado letón; sin embargo, casi el 75% de los habitantes de Letonia han votado en contra. La república báltica ex-soviética, ocupada durante más de cincuenta años por Rusia, posee un tercio de su población total que habla ruso, aunque los resultados han demostrado que sólo uno de cada cuatro letones apoya la legitimidad de la lengua del antiguo país soviético. En palabras del director de teatro letón Alvis Hermanis, "el plebiscito tenía el objetivo de poner a prueba a los traidores del Estado". 

Países Bajos: Rick Santorum, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, ataca al país holandés, declarando que en el país europeo se practica la eutanasia "contra la voluntad de los ancianos", afirmando que el 10% de las muertes en Holanda se deben a esta práctica. La realidad: la cifra de fallecidos por eutanasia se reduce al 2%, 8 puntos por debajo de la asegurada por Santorum. 

PIGS: Parece que hoy sólo recojo información salida de El País. Este periódico ha recogido dos interesantes análisis sobre la grave situación que atraviesan Grecia y Portugal. Sin embargo, soy bastante escéptico respecto a los análisis realizados en los medios nacionales sobre la situación española. Así, me remito esta vez a The Washington Post, quien se hace eco de los acontecimientos políticos y económicos de España, en especial el elevado porcentaje de paro total (23%) y en los jóvenes (48%).

Imagen de protesta por los "suicidios" a lo bonzo de monjes
tibetanos como protesta por la dominación extrema china.
Tibet: Sí, sé que no es Europa. Pero a veces hay hechos dignos de mención. Como que en los últimos meses una veintena de monjes tibetanos se hayan quemado a lo bonzo. La última noticia llegada desde esta remota región totalmente sitiada por el gobierno chino, está relacionada con el grupo de 7.000 tibetanos al que el gobierno comunista permitió durante unas semanas marchar a la India para participar en un curso impartido por el Dalai Lama. A su regreso al Tibet, según recoge El Mundo, quien a su vez se hace eco de las declaraciones de la ONG Human Rights Watch, este grupo ha sido detenido y sometido a "reeducación política". De ser veraz este hecho, sería el mayor arresto de tibetanos por parte de China en más de treinta años. Mientras el gobierno comunista argumenta que el Tibet pertenece a China desde hace siglos, desde la región budista aseguran que ésta era independiente hasta su conquista por el país vecino en 1951. Cabe destacar la limitación de la entrada de prensa a esta región, e incluso, en épocas intensas como ésta, se prohibe la entrada de turistas e incluso se les detiene. Desde aquí no voy a defender el extremismo religioso de la región tibetana, pero menos la actitud del gran país asiático sobre la región fronteriza al Nepal.

Grecia: Para concluir, y aunque no es del todo actual, sí que me gustaría compartir unas cartas entre un alemán y un griego en las que se refleja el sentimiento de ambos países ante la situación extrema de la península helénica.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Los "malos fichajes"

No estoy hablando de fútbol, ni de ningún deporte. De ser así, esto sería mucho más sencillo. Quizá esta entrada siga la estela de mi anterior publicación, en la que comenté la situación de Rumanía. Lo que me pregunto ahora es si la Unión Europea ha acertado con sus incorporaciones, y las diferentes candidaturas que aspiran a incluirse en esta unión. 
Gif en el cual se representa la evolución de la UE desde su
creación hasta la última ampliación, 1957-2007.
Las de 2004, la gran ampliación de la UE hacia los países ex-comunistas (Polonia, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Chequia, Estonia, Letonia y Lituania) y las islas mediterráneas de Malta y Chipre (la parte griega), en general, ha cumplido con las expectativas. Sin embargo, los problemas surgen tanto con la última ampliación como con las realizadas en los '80. Rumanía, como ya comenté anteriormente, sufre de una fuerte corrupción y una política variable, que oscila entre el socialismo y la ultra-derecha, e incluso un comunismo cada día con más fuerza. Además, debe soportar una gran masa de inmigración y pobreza. Estas características convierten tanto a Rumanía como a Bulgaria (que sigue los pasos del país vecino del norte), y más en un periodo de recesión como el que existe en la actualidad, en unos molestos compañeros económicos. A pesar de esto, no son los Estados más preocupantes, sino los países sureños Grecia, Portugal y España, junto a Italia.
El caso de Italia, país fundador de la Unión, es en parte diferente al del resto. Italia no ha pasado por una transición democrática en el último tercio del siglo pasado, y en principio debería tener una democracia tan sólida como Francia o Alemania. Pero al contrario de lo que puede parecer, ha "imitado" en lo negativo a los gobiernos rumano y búlgaro. La gran corrupción existente en este país le ha conllevado a convertirse en uno de los países con peor perspectiva económica de Europa. Aun así, no está en tela de juicio su expulsión o salida de la Unión, como sucede en el país heleno.
Grecia puede presumir de ser uno de los países protagonistas de los últimos años, y probablemente los manuales de Historia Contemporánea recogerán los hechos acaecidos en este país. Mala gestión, recortes, más recortes, deuda externa enorme, paraísos fiscales... Una transición mal hecha, en un país rodeado de conflictos con Turquía y Chipre, y Macedonia, lo posiciona en una cuerda floja entre convertirse en el primer país en abandonar la eurozona, o convertirse en uno de los países más pobres de Europa, puesto que esta situación no se va a arreglar en dos meses, o explotar como una bomba nuclear, tumbando al resto de Estados similares.
Sátira acerca de la pésima situación de Grecia y los países
que le siguen de cerca, Portugal y España
España y Portugal han gestionado mejor sus respectivas transiciones, y probablemente ambos, especialmente el primero, hayan cumplido en principio los requisitos para pertenecer a la UE. Sin embargo, la crisis actual ha tumbado abajo la fachada de "países ejemplares" y ha mostrado que no todo iba tan maravillosamente en la Península Ibérica.
Estos países ponen en entredicho el criterio con el que el núcleo europeo incluye a países en la Unión. La incorporación de los últimos tres países nombrados probablemente fuera debida especialmente a la Guerra Fría, en especial el griego, pero el de los grandes Rumanía y Bulgaria no tiene excusa. Error garrafal 1.
Avancemos hacia las propuestas de la Unión para formar parte de este selecto grupo. Comencemos con la antigua Yugoslavia, en cuya principal cabeza está Croacia (excluyendo la integrada y occidentalizada Eslovenia), quien pasará a ser miembro de la UE a partir del 1 de julio del año que viene. Quizá estos países, con los conflictos entre ellos aún latentes, no estén aún del todo preparados para dar este salto. En especial cabe destacar el caso de Serbia y Kosovo, o el de Macedonia con sus vecinos (si es que se me permite llamarla así), en los cuales los problemas geográficos y políticos son extremadamente tensos, aunque sin embargo los primeros se bajan los pantalones para lograr la pertenencia a la Unión, mientras que Grecia no se rinde con su batalla personal con el país del norte. Incluyamos en el pack al país musulmán Albania. Exceptuando, en todo caso, el caso de Croacia, en estos momentos, esto es el Error garrafal 2.
Después está el caso turco. Un país con un régimen no plenamente democrático, y cuya cultura se aproxima más hacia su Este que hacia Occidente, aunque sigue intentando modernizarse y adaptarse a semejanza de Europa. Probablemente su día esté más cerca de lo que parece. Lo contrario se puede decir del gran país, Rusia. Su gran tamaño es uno de los grandes impedimentos para su entrada en la Unión, ya que desestabilizaría el conjunto. Además, su gobierno cada vez más obviamente no democrático no le ayuda en absoluto. Al igual que Ucrania, quien, sin embargo, posee un gobierno más aperturista. Kazakstán es otro rollo. Ya no sólo que gran parte de su territorio se considera asiático, sino que se halla envuelto en un entorno hostil de países túrquicos como Afganistán, uno de los grandes conflictos de este inicio de siglo.
Imagen representativa de las buenas relaciones entre
la Unión Europea e Israel
En esta onda están Israel y Marruecos. Este último ni siquiera se puede considerar "europeo", no sólo por su situación geográfica (recordemos que Argelia perteneció a la UE en sus primeros años). El problema de Marruecos es que está "huyendo" de África, puesto que ha rechazado pertenecer a la unión de países africanos (junto al Zaire, bastante subordinado a éste, es de los únicos países en hacerlo). Israel sí se puede considerar más occidentalizado, puesto que mucha de su población procede de Europa, y posee costumbres europeas. Sin embargo, al igual que muchos de los otros países nombrados, no posee unos países vecinos especialmente amigables, comenzando por el "problema" palestino. En el caso de incorporar a alguno de estos, o a ambos, Error garrafal 3.
Y ya para acabar hablamos de Reino Unido. ¿Qué ya pertenece a la Unión Europea? Cierto. Pero los británicos e irlandeses del norte cada vez están más decepcionados de haber aceptado entrar en este grupo. Pero al referirme a Reino Unido, me quería centrar en Escocia. ¿Qué sucederá sí, como todo parece dar a entender, lograra la independencia de Reino Unido? Bien, en principio NO sería expulsado de la Unión Europa, sino que entraría directamente salvo que otro Estado se opusiese. Ese Estado existe. Y tiene nombre: España. Al igual que se niega a reconocer la existencia de otro país antes nombrado, Kosovo. Esto es debido al temor de España al auge, aún mayor, del separatismo euskera, catalán y, más débilmente, el gallego.
Mi conclusión, en general, tras esta gran reflexión, es que, tras la incorporación de Croacia en 2013, la Unión Europea deje de querer meter a toda Europa y alrededores y medite bien estas decisiones, para no encontrarnos con problemas como Grecia. Primero que estabilicen la situación interior del país, y luego se debatirá su entrada; no al revés.

domingo, 29 de enero de 2012

Rumanía: ese pequeño gran país del Este

Abrir el portal de elpaís.com y encontrarte con esta perla puede sorprenderte: “Si Nicolae Ceausescu hubiese seguido con vida y hubiera sido candidato a las presidenciales de Rumanía, habría tenido muchas posibilidades de ganarlas”. Estas palabras son de Mihai Burcea, investigador del Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo, el cual mediante un sondeo ha averiguado que un 60% de la población rumana asegura que se vivía mejor económicamente bajo el régimen del ex-dictador stalinista Nicolae Ceaucescu. ¿Qué está sucediendo para que los habitantes del país ex-comunista consideren eso?
Partamos desde el fallecimiento/asesinato del dictador Ceaucescu el día de Navidad de 1989 por el pueblo rumano cuando intentaba huir del país, junto a su mujer, tras la caída del comunismo en los países vecinos. Tras pasar por varias elecciones libres durante la década de los '90, en el 2000 Ion Iliescu (presidente entre el 90-92) regresó al frente del gobierno, a pesar de ser un ex-componente del Partido Comunista; haciendo un aparte, el ascenso de ex-comunistas al poder ha sido común en varios países del Este. Iliescu retomó las riendas de un país que sufrió, durante esa década, varios desastres naturales y una problemática emigración masiva de mano de obra hacia España e Italia, debido a la cultura común que une a estas regiones. En 2004 tomó el poder Traian Basescu, un demócrata que consiguió la adhesión del país rumano a la Unión Europea, junto a la vecina Bulgaria, en 2007.
Cartel en protesta contra las medidas impopulares
del presidente rumano, Traian Basescu
Mi pregunta es, ¿estaba el país preparado para entrar en la comunidad europea? Si bien es cierto que inició una gran recuperación del nivel de vida sobre los restos del gobierno soviético, todavía el país poseía, en 2006, a un cuarto de la población bajo el umbral de la pobreza. En ese mismo año residían "legalmente" en España casi 200.000 rumanos. Para entrar a formar parte de la UE, Bucarest prometió que no se producirían más emigraciones masivas del país. Además, debía lidiar con la corrupción interna o reformar el sistema judicial. Sin embargo, en lugar de frenar la inmigración, para la cual hasta entonces era necesario un visado acreditativo de emigración, continuó siendo un flujo importante, puesto que entre los países componentes de la Unión se permite la libre emigración. 
Olvidándonos del (grave) asunto de la emigración rumana, debemos pensar que si esto ocurre, es por que la situación del país sigue sin ser lo suficiente estable como para competir contra los países occidentales. Basescu sigue sin lograr grandes avances en el nivel de vida del país, viéndose este agravado con la crisis actual. Es a partir de ahí cuando su popularidad comienza a caer, y en especial debe hacer frente a las críticas de los medios de comunicación, debido a los continuos rumores de corrupción en los distintos ministerios. Además, para mantener las cuantiosas ayudas económicas del Fondo Monetario Internacional, el gobierno rumano se ha dedicado, en estos últimos años, a aplicar recortes sociales tanto en sanidad como en educación, hasta el punto de proponer, hace poco, la privatización de la primera; y a aumentar los impuestos. 
El pueblo rumano se ha ido levantando en diversas manifestaciones a lo largo de las últimas semanas en contra del actual presidente, a quien acusan de "autoritario" y de ser "como Ceaucescu". Aunque Basescu ha prometido que no va a cumplir con la reforma sanitaria, la población sigue furiosa y manifestándose, intentando frenar las reducciones salariales y del nivel de vida. Así, cómo se ha dicho al principio del artículo, el 60% de los rumanos encuestados residentes en su país, opinan que vivían económicamente mejor bajo el yugo comunista que bajo el actual gobierno de Basescu, democrático e integrado en una Unión Europea occidental.

viernes, 27 de enero de 2012

¿Se repite el siglo?

Sí, esa es la pregunta. ¿Se repite el siglo? No he perdido un tornillo, no. Lo que intento decir es, ¿están volviendo a suceder los acontecimientos del siglo anterior? Estamos viviendo una gran crisis de la cual no se da salido, y mientras, crece el antisemitismo y el autoritarismo en Europa. ¿Logrará "la Merkel" evitar la consecuencia que esto acarreó hace casi cien años? Voy a intentar desarrollar el tema:
  • Hace noventa y tres años, se terminó la Gran Guerra. Los grandes Imperios austro-húngaro, alemán, otomano y ruso quedaban destruidos. Los victoriosos de la lucha, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, principalmente, impusieron a estos, en especial a Alemania y Austria-Hungría, un elevado pago como compensaciones de guerra. A partir de ahí, mientras los estados europeos que se vieron envueltos  en la guerra (la mayoría) se reconstruían con los fondos norteamericanos, Estados Unidos vivió su apogeo. Este periodo fue denominado "los felices años 20", en los que la población de este país pudo acceder a recursos que hasta entonces estaban destinados a unos pocos afortunados. Sin embargo, esta situación cambiaría al poco debido a la gran especulación bursátil en EUA, lo cual derivaría, en 1929, en un crack y su consiguiente depresión, que se extendería a lo largo de la década de los '30. Durante este tiempo, el pueblo germano, incapaz de pagar la deuda y culpando a los estados aliados de su situación, comenzó a apoyar a un régimen autoritario y socialista dirigido por Hitler, el cual pretendía eliminar del Estado a aquella población extranjera o que profesase cualquier religión no cristiana (en especial la judía). El ansía expansionista del régimen nazi les llevó, ante la pasividad del resto de estados occidentales, a adherirse territorios como Bohemia, Austria o Polonia. Esta última "conquista" llevó a Francia y Gran Bretaña a declarar batalla a los fascismos europeos (también el italiano), dando comienzo a la II Guerra Mundial.
    Imagen satírica y comparativa entre Orbán y Hitler
  • En la actualidad, tras una etapa de auge capitalista con la caída del comunismo soviético y, más tarde, del yugoslavo, estamos sufriendo otra crisis cíclica provocada por las hipoteca basura y las burbujas inmobiliarias, de la cual los gobiernos europeos, en general, no dan salido. Cabe destacar, quizá, la mala gestión llevada a cabo por los estados del sur de Europa (Portugal, España, Italia y Grecia), pero no por eso son los únicos países que sufren las consecuencias de la "crisis". Mientras la actual recesión sigue aumentando los despidos y la pobreza en Occidente, algunos países comienzan a tender, de nuevo, hacia el autoritarismo y el antisemitismo, como está ocurriendo en Hungría. El actual primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de extrema derecha, ha aprobado una nueva Constitución, sin discutirla parlamentariamente. En ella apenas se menciona la palabra "república" (Hungría es, hasta ahora, una república), aunque sí se menciona repetidamente el término "Dios". Lo que más destaca en esta nueva Carta Magna son las constantes menciones sobre la historia y el destino grandioso de Hungría. Aparte de las diferentes nuevas leyes aprobadas, como la prohibición del aborto, la anulación del derecho a huelga o la criminalización de la indigencia, destaca la obligatoriedad de trabajo para los parados de larga duración, entre los cuales se hayan grupos de etnia gitana en "campos de trabajo" cerrados y vigilados. Por si fuera poco, el gobierno húngaro ha declarado "la guerra" a las fuerzas financieras, entre las que nombraron a "los judíos" como corresponsables del desastre económico global. Mientras, en Alemania, uno de cada cinco habitantes declara sentir rechazo hacia el colectivo judío. De momento, la Unión Europea encabezada por la canciller alemana Angela Merkel sólo ha cuestionado en Hungría lo referente a la competencia del Banco Central, mas todavía no se ha pronunciado acerca de los tintes antidemocráticos que están adquiriendo las leyes húngaras. 
A partir de aquí, formulo diferentes preguntas que aún no tienen respuesta: ¿Europa bloqueará a Hungría, de continuar en este camino, como ya ha hecho con Bielorrusia? ¿De ser así, qué sucederá con la pertenencia del país húngaro a la Unión Europea y a la OTAN? Siendo catastrofistas, y viendo lo acontecido en el siglo XX, ¿estamos ante una inminente III Guerra Mundial? ¿O simplemente es un capítulo más, tras el cual recuperaremos los niveles de bienestar, y Hungría recuperará un gobierno plenamente democrático? ¿Qué sucederá con el auge del antisemitismo? En resumen, ¿qué va a suceder en Europa?