miércoles, 15 de febrero de 2012

Los "malos fichajes"

No estoy hablando de fútbol, ni de ningún deporte. De ser así, esto sería mucho más sencillo. Quizá esta entrada siga la estela de mi anterior publicación, en la que comenté la situación de Rumanía. Lo que me pregunto ahora es si la Unión Europea ha acertado con sus incorporaciones, y las diferentes candidaturas que aspiran a incluirse en esta unión. 
Gif en el cual se representa la evolución de la UE desde su
creación hasta la última ampliación, 1957-2007.
Las de 2004, la gran ampliación de la UE hacia los países ex-comunistas (Polonia, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Chequia, Estonia, Letonia y Lituania) y las islas mediterráneas de Malta y Chipre (la parte griega), en general, ha cumplido con las expectativas. Sin embargo, los problemas surgen tanto con la última ampliación como con las realizadas en los '80. Rumanía, como ya comenté anteriormente, sufre de una fuerte corrupción y una política variable, que oscila entre el socialismo y la ultra-derecha, e incluso un comunismo cada día con más fuerza. Además, debe soportar una gran masa de inmigración y pobreza. Estas características convierten tanto a Rumanía como a Bulgaria (que sigue los pasos del país vecino del norte), y más en un periodo de recesión como el que existe en la actualidad, en unos molestos compañeros económicos. A pesar de esto, no son los Estados más preocupantes, sino los países sureños Grecia, Portugal y España, junto a Italia.
El caso de Italia, país fundador de la Unión, es en parte diferente al del resto. Italia no ha pasado por una transición democrática en el último tercio del siglo pasado, y en principio debería tener una democracia tan sólida como Francia o Alemania. Pero al contrario de lo que puede parecer, ha "imitado" en lo negativo a los gobiernos rumano y búlgaro. La gran corrupción existente en este país le ha conllevado a convertirse en uno de los países con peor perspectiva económica de Europa. Aun así, no está en tela de juicio su expulsión o salida de la Unión, como sucede en el país heleno.
Grecia puede presumir de ser uno de los países protagonistas de los últimos años, y probablemente los manuales de Historia Contemporánea recogerán los hechos acaecidos en este país. Mala gestión, recortes, más recortes, deuda externa enorme, paraísos fiscales... Una transición mal hecha, en un país rodeado de conflictos con Turquía y Chipre, y Macedonia, lo posiciona en una cuerda floja entre convertirse en el primer país en abandonar la eurozona, o convertirse en uno de los países más pobres de Europa, puesto que esta situación no se va a arreglar en dos meses, o explotar como una bomba nuclear, tumbando al resto de Estados similares.
Sátira acerca de la pésima situación de Grecia y los países
que le siguen de cerca, Portugal y España
España y Portugal han gestionado mejor sus respectivas transiciones, y probablemente ambos, especialmente el primero, hayan cumplido en principio los requisitos para pertenecer a la UE. Sin embargo, la crisis actual ha tumbado abajo la fachada de "países ejemplares" y ha mostrado que no todo iba tan maravillosamente en la Península Ibérica.
Estos países ponen en entredicho el criterio con el que el núcleo europeo incluye a países en la Unión. La incorporación de los últimos tres países nombrados probablemente fuera debida especialmente a la Guerra Fría, en especial el griego, pero el de los grandes Rumanía y Bulgaria no tiene excusa. Error garrafal 1.
Avancemos hacia las propuestas de la Unión para formar parte de este selecto grupo. Comencemos con la antigua Yugoslavia, en cuya principal cabeza está Croacia (excluyendo la integrada y occidentalizada Eslovenia), quien pasará a ser miembro de la UE a partir del 1 de julio del año que viene. Quizá estos países, con los conflictos entre ellos aún latentes, no estén aún del todo preparados para dar este salto. En especial cabe destacar el caso de Serbia y Kosovo, o el de Macedonia con sus vecinos (si es que se me permite llamarla así), en los cuales los problemas geográficos y políticos son extremadamente tensos, aunque sin embargo los primeros se bajan los pantalones para lograr la pertenencia a la Unión, mientras que Grecia no se rinde con su batalla personal con el país del norte. Incluyamos en el pack al país musulmán Albania. Exceptuando, en todo caso, el caso de Croacia, en estos momentos, esto es el Error garrafal 2.
Después está el caso turco. Un país con un régimen no plenamente democrático, y cuya cultura se aproxima más hacia su Este que hacia Occidente, aunque sigue intentando modernizarse y adaptarse a semejanza de Europa. Probablemente su día esté más cerca de lo que parece. Lo contrario se puede decir del gran país, Rusia. Su gran tamaño es uno de los grandes impedimentos para su entrada en la Unión, ya que desestabilizaría el conjunto. Además, su gobierno cada vez más obviamente no democrático no le ayuda en absoluto. Al igual que Ucrania, quien, sin embargo, posee un gobierno más aperturista. Kazakstán es otro rollo. Ya no sólo que gran parte de su territorio se considera asiático, sino que se halla envuelto en un entorno hostil de países túrquicos como Afganistán, uno de los grandes conflictos de este inicio de siglo.
Imagen representativa de las buenas relaciones entre
la Unión Europea e Israel
En esta onda están Israel y Marruecos. Este último ni siquiera se puede considerar "europeo", no sólo por su situación geográfica (recordemos que Argelia perteneció a la UE en sus primeros años). El problema de Marruecos es que está "huyendo" de África, puesto que ha rechazado pertenecer a la unión de países africanos (junto al Zaire, bastante subordinado a éste, es de los únicos países en hacerlo). Israel sí se puede considerar más occidentalizado, puesto que mucha de su población procede de Europa, y posee costumbres europeas. Sin embargo, al igual que muchos de los otros países nombrados, no posee unos países vecinos especialmente amigables, comenzando por el "problema" palestino. En el caso de incorporar a alguno de estos, o a ambos, Error garrafal 3.
Y ya para acabar hablamos de Reino Unido. ¿Qué ya pertenece a la Unión Europea? Cierto. Pero los británicos e irlandeses del norte cada vez están más decepcionados de haber aceptado entrar en este grupo. Pero al referirme a Reino Unido, me quería centrar en Escocia. ¿Qué sucederá sí, como todo parece dar a entender, lograra la independencia de Reino Unido? Bien, en principio NO sería expulsado de la Unión Europa, sino que entraría directamente salvo que otro Estado se opusiese. Ese Estado existe. Y tiene nombre: España. Al igual que se niega a reconocer la existencia de otro país antes nombrado, Kosovo. Esto es debido al temor de España al auge, aún mayor, del separatismo euskera, catalán y, más débilmente, el gallego.
Mi conclusión, en general, tras esta gran reflexión, es que, tras la incorporación de Croacia en 2013, la Unión Europea deje de querer meter a toda Europa y alrededores y medite bien estas decisiones, para no encontrarnos con problemas como Grecia. Primero que estabilicen la situación interior del país, y luego se debatirá su entrada; no al revés.

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